Reducción de la jornada laboral: ¿cómo impactará trabajar 44 horas semanales desde julio?
Un cambio que marca tendencia en Colombia
A partir del 15 de julio de 2025, Colombia aplicará un nuevo ajuste en su legislación laboral: la jornada semanal pasará de 46 a 44 horas. Este cambio hace parte de la implementación gradual de una ley aprobada en 2021 que busca reducir la carga laboral de 48 a 42 horas semanales, sin disminución de salario ni beneficios. Esta transformación, que avanza por etapas año tras año, responde a un objetivo claro: mejorar la calidad de vida de los trabajadores y modernizar las condiciones laborales del país.
Este ajuste no es un simple cambio numérico. Representa un giro hacia un modelo de trabajo más humano, en el que se prioriza el bienestar emocional, la salud mental y el equilibrio entre la vida personal y profesional. Pero ¿cómo afecta esta medida tanto a empleados como a empleadores? Aquí te lo explicamos.
¿Qué significa este cambio para los trabajadores?
Menos horas, más bienestar
La reducción de la jornada laboral semanal promete traer beneficios directos al trabajador promedio. Al tener más tiempo disponible, las personas podrán atender aspectos clave de su vida que suelen quedar relegados por la rutina laboral: familia, estudios, cuidado personal, descanso y salud.
Una jornada más corta permite que el trabajo no absorba toda la energía del día. Esto puede ayudar a reducir el estrés, el agotamiento mental y el llamado “síndrome de burnout”, cada vez más común entre los trabajadores colombianos. En términos prácticos, se traduce en empleados más motivados, concentrados y con mayor sentido de pertenencia.
Además, trabajar menos horas sin perder salario significa que el valor de cada hora trabajada aumenta. En la práctica, esto mejora la percepción del tiempo invertido en el empleo, haciendo más equitativo el intercambio entre esfuerzo y compensación.
¿Cómo deben prepararse las empresas?
Reorganización y eficiencia como claves
Para los empleadores, este ajuste representa un reto logístico y operativo. La reducción de jornada implica revisar turnos, flujos de trabajo y hasta posibles contrataciones adicionales, especialmente en sectores donde la producción es continua o depende de horarios fijos.
Algunas recomendaciones para las empresas:
- Rediseñar los turnos laborales para ajustarse al nuevo marco sin afectar la operación.
- Automatizar procesos para mantener la productividad con menos horas de trabajo.
- Invertir en capacitación del personal para mejorar el rendimiento y reducir errores.
- Fomentar una cultura organizacional basada en objetivos, donde el enfoque esté en los resultados, no solo en las horas trabajadas.
Este cambio también es una oportunidad para modernizar prácticas internas, fomentar la innovación y demostrar que se puede ser competitivo sin sacrificar el bienestar de los colaboradores.
¿Hay riesgos para la productividad?
Uno de los temores más comunes es que trabajar menos horas podría reducir el rendimiento general. Sin embargo, varios estudios han demostrado que una jornada más corta no significa menor productividad. Al contrario, empleados menos agotados tienden a cometer menos errores, trabajar con mayor enfoque y tener un mejor trato interpersonal.
Eso sí, para que esto funcione, es clave una correcta organización del trabajo. Si las empresas simplemente recortan el tiempo sin ajustar procesos, podrían ver impactos negativos. La solución está en combinar la reducción de horas con metodologías eficientes, herramientas tecnológicas y liderazgo consciente.
Testimonios: lo que piensan empleados y líderes
Muchos trabajadores ya perciben este cambio como positivo. Algunos comentan que ahora tienen más tiempo para recoger a sus hijos del colegio, hacer ejercicio o simplemente descansar sin culpa. Del lado empresarial, líderes que han implementado esta medida en fases anteriores reconocen que el proceso requiere ajustes, pero que el impacto en el ambiente laboral ha sido favorable.
Incluso sectores con mayores exigencias operativas, como el comercio o la salud, han encontrado formas creativas de reorganizar sus equipos para cumplir con la ley sin perder productividad.
¿Se alinea Colombia con el mundo?
La tendencia hacia jornadas laborales más cortas no es exclusiva de Colombia. Muchos países están explorando modelos similares, algunos incluso con jornadas de 35 o 36 horas semanales. La lógica detrás es clara: mejorar el bienestar de los trabajadores genera beneficios en términos de salud pública, desempeño económico y cohesión social.
En ese sentido, Colombia se suma a un movimiento global que busca modernizar la manera en que entendemos el trabajo. Ya no se trata solo de “cumplir horario”, sino de trabajar con propósito, eficiencia y equilibrio.
En resumen: ¿cómo enfrentar el cambio?
La reducción de la jornada laboral a 44 horas es un paso más hacia un futuro laboral más saludable y sostenible. Para que este cambio sea exitoso, tanto empleados como empleadores deben verlo como una oportunidad, no como un obstáculo.
Recomendaciones finales:
- Para empleados: usa tu tiempo extra para actividades que te recarguen. Aprovecha el cambio para revisar tus hábitos y metas personales.
- Para empresas: haz del bienestar una estrategia, no solo una política. El equilibrio también es una ventaja competitiva.
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